El Boli, y el arte de sobrevivir en el PRM

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Critico en su momento de Manuel Jiménez, quien ha tenido que sufrir hasta hoy campañas denostativas contra su gestión, muchas de ellas desde su propio partido, Bolivar Varela, El Boli, está a punto de entender muchos «por qué» del comportamiento del alcalde en todos estos tortuosos años.

El Boli entra en un manto de silencio y resignación, pues desde la propia circunscripción 2 las voces que clamaron gritando en contra de Manuel hasta hoy, declinaron los ataques públicos por el tipo de «padrino» con que llega Varela, en un mandato desde arriba multitendencias que acuñaron el «aquí se hace lo que el partido determina» y no lo que se mande desde cuentas de Twitter.

Será curioso ver cuáles son los que se acercan al Boli en esta nueva etapa de su vida, en un partido que dista de ser como el PLD que él conoció y que lo impuso con recursos, si no con el PRM que son diásporas de poder y, hasta ahora, no lo han machucado «en lo personal».

Boli entra a sumar, pues es sabido que los que le compiten poco podrán atraer desde sus aceras a personas más allá de la militancia perremeista, tanto a la causa de la presidencia, la suya a diputación y al que él se incline para la alcaldía (o sus padrinos), que no es lo mismo, pero es igual… esto al parecer es la conclusión de las castas del PRM cuando deciden, eventualmente, reservarle el puesto para acomodarlo en el gane.

Hay que recordar que el Boli, como los demás, compiten siempre al final «dentro de su partido» por el método d’Hont, por lo que los demás candidatos poseen ahora un aspirante que entra «fresco» a la final sin gastar «un chele», en clara ventaja y a quien tendrán que superar en votos para poder prevalecer.

El Boli, a diferencia de cuando entró en el PLD sin «resistencia», deberá ir caminando paso a paso dentro del partido, pero incluso, sin preocuparse mucho, pues si logra calar en los «extra» partidos que definen a veces, podría no ser necesario el apoyo en las zonas y demás estructuras, como le pasó a Antonio en las elecciones del 2020.

Si el Boli comienza a hacer caso a la oposición interna que siempre es muy fuerte y descarnada, colocará su tranquilidad y su sonrisa en fotos del pasado, o podría ser que visite a los que ya han transitado victoriosos la tempestad de competir contra esos vientos y, concienzudamente, como alumno de kinder, coja consejos sanos.

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