¿Usas la misma contraseña para todo? Estos son los principales riesgos de hacerlo

Las contraseñas pueden resultar un verdadero quebradero de cabeza cuando las creamos y también cuando no las recordamos. Esa combinación de números, letras y signos que muchas veces se nos exige para garantizar su seguridad acaba por complicarnos la vida y recurrimos con frecuencia a utilizar la misma en distintas cuentas y accesos, para que nos resulte más fácil recordarla. También elegimos combinaciones sencillas, secuencias consecutivas, repeticiones de un dígito o palabras simples como nuestros nombres o apellidos. Lo cierto es que no acabamos de darle la importancia que tiene porque son un elemento clave para mantener las cuentas seguras.

El último sondeo sobre la seguridad de las contraseñas en España realizado por Panda Security muestra que solo el 18% de los usuarios de Internet le da la importancia debida a la seguridad de sus contraseñas para acceder a plataformas digitales. Además, uno de cada dos españoles no cambia nunca sus contraseñas de acceso a Internet, o lo hace tan poco que es muy probable que los datos de acceso a su correo electrónico estén disponibles en algún directorio de la Dark Web. Dicho estudio arroja a la luz que el 90% de las contraseñas que los usuarios consideran seguras, como la combinación de ocho dígitos o alternar entre mayúsculas y minúsculas, no son robustas. Cualquier ciberdelincuente ‘amateur’ puede descifrarlas con herramientas disponibles en la Dark Web.

Pero además uno de cada dos internautas españoles accede con la misma contraseña a su correo electrónico, a su banco o a sus redes sociales, o bien utiliza una variación que hace su acceso vulnerable al ingenio de un ciberdelincuente. El informe indica también que el 40% de los encuestados tiene más de seis cuentas o incluso más de veinte accesos a sitios web protegidos con contraseñas. «Estas cifras son alarmantes, si tenemos en cuenta la alta despreocupación que hemos detectado en la sociedad por su ciberseguridad. Pero nuestra preocupación es todavía mayor por ese elevado número de personas que cree que está haciendo bien los deberes con sus contraseñas», indica Hervé Lambert, Global Consumer Operations Manager de Panda Security.

«La única forma de combatir este tipo de amenazas es contar con una herramienta de gestión de contraseñas como Panda Dome Passwords, una solución de seguridad que se basa en los protocolos de uso militar, que es capaz de resistir el ingenio de cualquier ciberdelincuente», añade Lambert. Además de almacenar las claves en una bóveda encriptada, los administradores de contraseñas las rellenarán por ti. A través de una contraseña maestra, te permite acceder de forma controlada a todos tus servicios en la red. Es decir, sólo tendrás que recordar una única contraseña maestra para acceder a todos tus servicios Web. Y «si contamos con un teléfono móvil con tecnologías biométricas, como el reconocimiento facial o de las huellas dactilares, prácticamente podríamos reconfigurar todas nuestras claves y tenerlas almacenadas de forma segura con solo hacer un gesto o un click con el dedo», puntualiza.

Contraseñas fuertes

Desde hace tiempo muchos especialistas coinciden al defender un cambio de contraseñas cada seis meses o incluso cada tres. De esta forma, si ha sido pirateada nuestra cuenta, lo será por un espacio de tiempo más. No obstante, tal y como refleja las Directrices de Identidad Digital publicadas por el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, en Estados Unidos, hay cada vez más especialistas que creen que no es necesario ese cambio si las claves son fuertes.

Para tener una contraseña robusta es importante contar con un alto número de caracteres e intentar incluir números, letras en minúscula y mayúscula, así como signos y símbolos. Se aconseja evitar datos personales, porque los pueden averiguar indagando en las redes sociales. Hay además cosas importantes a tener en cuenta como nunca guardar una contraseña para un sitio determinado ni tampoco escribirla en un documento word o en el propio móvil. Si es posible, utilizar una autenticación de dos factores ya que resulta mucho más difícil de descifrar.

Tomado de https://www.abc.es

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