El flamante abogado Miguel Surún Hernández, presidente del Colegio de Abogados, perremeista luego peledeista y luego recule puso el ojo otra vez en la actualidad de Santo Domingo Este, justamente en el tema de la transferencia presupuestaria que deben aprobar los regidores a la mayor brevedad para poder completar la nómina de los próximos meses.
Surun, quien en calidad de presidente del Colegio de Abogados creó una campaña usando a los comunitarios con no pocos cuestionamientos sobre el uso de los fondos con las claras vistas de una eventual candidatura destapó la guerra avisada sometiéndose a ella y abandonando temprano sus empeños al saber que los números no le daban, en un contexto en que el pueblo ya comenzaba a darle la espalda a los políticos populistas de funditas y dádivas.
Inteligente, se retiró a donde él pertenece, el Colegio para ahi, aprovechando las debilidades de los competidores logró ser elegido de nuevo gracias también a la buena labor en esta institución.
Ahora, sorprendementemente, el abogado, no a nombre del Colegio ni personal sino al de una dizque Organización que él dirige, notifica al Alcalde y a los Regidores para que no apoyen la transferencia de fondos para poder pagar la nómina, tema explicado en este artículo y que parece que el doctor, no entiende.
La transferencia deben aprobarla los regidores y es cierto que el % dedicado a nóminas está excedido pero nada impide que por ello no se haga la transferencia e incluso, el no entendimiento del tema hace responsabilizar al alcalde que pide pero no vota y no menciona ningún inciso de la ley que limite la propia transferencia y el por qué.
Los términos usado por el documento son incluso, excesivos, pues una transferencia no convierte en «desvío fraudulento de fondos» pues… ¿qué significa incluso, ahi, la palabra fraude?.
Esta acción de Surun es claro podría ser el preludio de su irrupción en la política local, esta vez amedrentando, sin entender incluso que su rol como presidente del Colegio le impide, por razones éticas y morales, enfocarse en la dicotomia de usar el poder para presionar políticamente con ánimos evidenemente electorales que como su anterior incursión podrían llevarle al fracaso.
Surun trata de impedir con documentos no conclusivos que se vote en contra de garantizar la comida de los trabajadores más humildes y esto si que le impedirá nunca obtener un cargo electivo, no en esta ciudad, a nada.
