PRM… y la fea costumbre de barrer hacia afuera

SUPERATE

Aunque el secretismo en el PLD llegó a límites cuasi dictatoriales, donde emitor una opinión sobre mandos o decisiones superiores era condenado e incluso, costó puestos en el gobierno, es claro que del otro lado del espectro político (asumiendo que hasta nuevo aviso FP = PLD), tienen la fea costumbre de barrer hacia afuera de, sus diferencias, decirlas publicamente, con el daño que a la «marca» le imprime cada exceso de lengua.

Observando que un diputado perremeista arremete contra comisiones y funcionarios de instituciones por el motivo que sea, teniendo la razón o no, el sacar los trapitos al sol, dándole entrada a las informaciones que luego son manejadas por sus adversarios es una costumbre que al parecer para algunos jóvenes de ese partido no han podido superar.

En el PRM, a diferencia del PLD mandos piramidales, y la FP (aunque por ahora este se asume como un partido de una sola línea), cada jefe político posee su propio equipo y fuera de ahi suelen hacer caso omiso a lo que el que tiene su mismo nivel crea e incluso, su superior.

Entonces, las islas de poder buscan crecer de forma continua, el grupismo es la norma (y le llaman democracia)… cada líder posee su «gente» y lucha por ella, aunque en el empeño se «lleven en claro» al otros equipos políticos y arrastren en ello la marca que les debe manener en el poder pues no fue esta quien los llevo a este.

Por esta estructura tan diasporizada es que cada institución se maneja como cacicazgo y las Comisiones de Empleos se estrellan ante la realidad que no hay quien baje líneas ni desde arriba ni desde lados, las cuotas no se respetan y cada incumbente prioriza a su gente o aliados más allá de la marca.

Por ello, además, es que las ambiciones políticas hacen creer que con un poco de poder pueden llegar a ser diputados, alcaldes e incluso presidente, de forma completamente prematura, a destiempo y mostrando en lagunos casos un desconocimiento de las más elementales reglas de la política real, más allá de la distribución de presupuesto. En estos excesos si tienen que debilitar a su oponente externo de forma prematura lo harán sin prudencia alguna.

Muchos jefes temporales creen que con tener un poco de poder ya es suficiente para o bien eternizarse en el puesto o aspirar a dos o tres escalones más, sin tener el poder ni la gente ni el liderazgo para hacerlo, sin nunca haberlo tenido y a ese paso, nunca tendrán pues el ser funcionario no te hace líder y ser electo para un cargo no te habilita para otro.

En este contexto, y bajo esas premisas, en el PRM hasta ahora… y revisando las redes sociales de los líderes y dirigentes (que no es lo mismo), uno entiende por qué el descalabro de Comisiones de Empleos que no funcionaron y por que las críticas en vez de hacerlas a puertas cerradas no solo las exponen a la prensa sino que la magnifican, dañando en el camino, poco a poco, como quien le va quitando una pluma a una paloma que voló, la marca PRM que al final es la herramienta que debe ser sagrada para el militante y peor, los que entiendan un poco de política.

Viene un nuevo PRM; no necesariamente en edad sino en formas de pensar, de proceder, con más visión política, con estudios elementales de lo que se debe hacer, de mercadeo, de referentes del siglo XXI… que cambiará el partido… si los dejan, pero mientras, los viejos vicios de barrer todo hacia afuera pueden debilitar la marca lo suficiente como para cuando necesiten rescatarla ya este lo suficientemente desprestigiada como para que no sea sufiente para mantener el poder.

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