PRM sobre Manuel… twits que desnudan posiciones y provocan lecturas

SUPERATE

Es claro que el camino será empedrado o con clavos ardientes y parados.

Las declaraciones de Yvelisse, sinceramente alegre, pero con un «esta si es una suma que honra», en clara alusión a alguna «recepción» que se hiciera que ella no lo considera honroso, siendo su figura un ícono de decoro, decencia y ética, no solo para el PRM sino para la clase política, descubre que no siempre se esta de acuerdo «arriba» con las juramentaciones.

Esta declaración contrasta con la de Carolina Mejia que, aun con los aplausos en los oídos, le recuerda a Manuel que tendrá que «pelear» en primarias (competir), en declaraciones innecesarias pues la eventual competición en el PRM es en Octubre, falta casi medio año, toda una eternidad en política.

Carolina sabe que en caso de que los números favorezcan a alguno de los competidores y frente a un conflicto y gasto de logística no solo el PRM sino cualquier partido procede a reservarse la plaza, la competencia es siempre un proceso justo, pero escabroso, que deja a alguien tirado en la cuneta. carolina sabe, además, que un eventual ganador en la interna necesariamente no gana en la externa y todas esas cifras se manejan por las castas partidarias o al menos, deberian. Se llama Política Real… tener vocación de poder, saber que se hace lo que hay que hacer para ganar…. lo demás, es lo trivial.

Esta declaración de la secretaria general del PRM no cónsone con el «momentum» político, extemporánea, afianza las conclusiones de analistas que de Carolina se vio obligada a asistir a la juramentación de Manuel por la situación de guerra en el PRM en SDE hasta justo el día antes, pero que importantes figuras del H20 querían hacer fracasar el acto e incluso con ella presente, el aspirante Dioris Anselmo Astacio y el coordinador del H20, Jorge Frías, se ausentaron, desnudando el conflicto interno que provoca la presencia de Manuel al que segmentos adversan con crudeza, implacables y que, incluso, a juzgar por las recalcitrantes actitudes desde ya, podrían tirar por tierra cualquier candidatura que saliera vencedora de un proceso.

En política, como en la vida, todo tiene su momento, al recién llegado se le acepta, se le muestra el lugar, se le acomoda, se le lee la cartilla y luego, lo demás… enseñarle los dientes del perro que cuida la casa, es mal presagio.

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