Existe un tsunami, casi un nuevo deporte municipal, el aspirar a Alcalde.
Nuevos y viejos, conocidos o no, funcionarios, servidores públicos, casi a nivel de locura, pero dadas como derecho por la constitución, forman una amalgama que, mientras más grande, menos seria parece, cada una de ellas pues termina desmeritandose con la aledaña.
En la oposicion pasa lo mismo, en la Fuerza del Pueblo existen como tres aspirando, algunos de ellos completamente desconocidos y en el PLD, dos.
En este contexto, algunos buscan «el lado» al alcalde actual y otros tratan de vender que son la opción alejada mientras se intenta crear la matriz de opinión de que «no ha cumplido con las bases» aunque el 70% de la emplomanía este la cedió a la comisión partidaria creada para esos fines.
Hay que recordar, que para las elecciones del 2016 manuel trató de competir en el PLD y el Comite´Político morado impuso su candidato, teniendo Manuel, que no recula, la opción de ir por un partido chiquito y en aquella ocación se barajó, hasta justo el último momento, que él fuera el aspirante por el PRM aun siendo outsider, no se aceptó y ese partido quedó en un lejano tercer lugar.
Para el 2020 y contrariamente a los que muchos pensaron, Manuel, con un muro de adversarios y de adeptos en el partido de Hipólito y Luis Abinader, entró en el PRM, derrotando en la interna a todos y alzándose finalmente con un trinfo desvastador, convincente, que lo coronó alcalde de la ciudad.
Hoy, como antaño, muchos preguntan si Manuel, quien ha tenido que ser alcalde a pesar de oposición interna, casi kamicaze, desde adentro, con regidores de su propio partido en contra y hasta deslenguados con acusaciones en las redes, con ministros que juegan al hacerlo quedar mal y campañas mediáticas pagas que acompañan al pago de camiones volteos para tirar basura, fotografiarlas y crear percepción de ineptitud, este se repostularía.
El actual alcalde tiene su guión y si por algo se caracteriza es porque nadie le cambia su agenda.
Si saldrá a la reelección será cuando él crea, debe hacerlo, con quien debe hacerlo, y lo anunciará justo en el momento, pues, en una entrevista concedida a nuestros medios al otro día de entrar en el PRM declaraba: «Temprano puede ser demasiado antes y tarde, puede ser demasiado tarde, los movimientos en política requieren darse justo en el momento«.
Pasarán muchos meses aun para que los temas de aspiraciones no sean abordados por Manuel Jiménez, no importa cuál sea el clima, pues, en realidad, de nada vale salir antes si se tiene gente y si no se tiene, no importa cuan antes salgas, el que venga atrás se lo lleva todo.
En política ningún compromiso prematuro se escribe seguro, sino que sirven solo de calentamiento para el verdadero juego que comienza justo cuando se da por comenzada, oficialmente, la campaña electoral.
