Vecinos de San Isidro rechazan muro divisorio en la avenida del mismo nombre

Obras Públicas dice que construirá nueve soluciones para el cruce de peatones en los cinco kilómetros de la vía

Residentes y comerciantes en los laterales de la Autopista de San Isidro, en el tramo desde la avenida Charles de Gaulle hasta la Hípica, rechazaron la construcción de un muro en medio de la vía que no permite el paso peatonal y plantearon al Ministerio de Obras Públicas que cumpla con el diseño original que fue acordado de hacer una isleta central.

Dijeron que hay tramos de hasta 500 y 800 metros en los que no hay acceso peatonal, por lo que se sienten encerrados. Iván López, presidente de la Junta de Vecinos Residencial Paseo del Este, dijo que el propio ministro de Obras Públicas, Deligne Ascención, les prometió un proyecto diferente al que está en ejecución.

Aclaró que no se oponen a la ampliación de la autopista, pero que no se tomó en cuenta que esa es una zona residencial y de negocios básicamente, en donde mucha gente tiene que cruzar la avenida a pie y en vehículos.

“Esta no es vía expreso… dicen que se busca reducir los accidentes de peatones y han dicho que van a construir unos tres puentes peatonales, pero los puentes peatonales no solucionan el problema y el primer puente va a estar casi a un kilómetro de distancia, eso es incoherente e incompatible, hay que replantear esta construcción”, dijo el dirigente comunitario.

Se preguntó por qué no se hizo el mismo diseño de la misma autopista de San Isidro desde la Charles de Gaulle hasta casi la avenida San Vicente de Paúl que cuenta con una isleta central que, además de servir de seguridad y descanso para los peatones, permite la arborización.

Esther Morillo es arquitecta y llama “muro de la vergüenza» lo que se construye en el lugar porque asegura que «es un modelo agotado y obsoleto que toma más en cuenta a los vehículos que a las personas».

Aseguró que el muro es un obstáculo para niños, envejecientes y personas con discapacidad que tendrán que caminar largos espacios para entrar a sus viviendas o lugares de trabajo o a comprar en algún establecimiento.

“Agradecemos la ampliación, esto va contribuir al desarrollo inmobiliario, pero esto no debe ser elemento de conflicto, debe ser unidad y desde 2013 esta es la avenida Rafael Fernández Domínguez por resolución del Concejo de Regidores, no es una autopista”.

Henry Figuera, otro de los vecinos afectados, consideró que el proyecto no toma en cuenta a las personas, sino a los vehículos y deploró que no es posible que para una persona cruzar la vía tenga que trasladarse has mil metros.

“Muchos de los puentes peatonales la gente no los usa por diferentes circunstancias, se prestan a atracos porque las publicitarias los llenan de propaganda”. De igual modo opina Edra María y advirtió que no quieren muro, sino una isleta central.

En otros residenciales la gente ha protestado en las calles para evitar que continúen la construcción del muro, pero las autoridades no han hecho caso.

Las cabañas

Propietarios de cabañas y de otros negocios ubicados en la avenida, también rechazan el muro por entender que sus clientes tienen que hacer retornos muy distantes.

“Después que hicieron ese muro, esto se ha caído, los clientes ya no llegan aquí, se quedan en las que están cerca de los retornos”, dijo la administradora de una cabaña que pidió reserva de su nombre.

Algunos de los usuarios de la cabaña, ahora transitan en vía contraria para evitar el retorno que están distantes.

José Ramón González, propietario de un negocio de comida, explicó que también ha sentido una disminución de clientes por el muro y el polvo que levantan los vehículos al transitar por el lugar.

La versión de Obras Públicas

El Ministerio de Obras Públicas informó que el muro es una estructura que tiene por finalidad la seguridad de los ciudadanos. Andrés Matos, director de Comunicaciones de la entidad, explicó que por disposición del ministro Deligne Ascención se dispuso una respuesta a los vecinos.

Manifestó que el proyecto ha pensado en los peatones y los vehículos porque se tiene contemplado cinco cruces peatonales con controles de semáforos con los cuales los peatones pueden parar el tránsito para cruzar, pero que además serán construidos tres puentes peatonales, lo que totalizan nueve los espacios para el cruce de la vía.

“La intención es que los peatones no crucen por cualquier lugar de la vía para preservar su vida. El muro lo que busca es que la gente cruce por lugares seguros”, dijo Matos a Diario Libre.

Otra de las medidas que contempla la obra es el levantamiento de la entrada de los residenciales al nivel de la autopista con la finalidad de que el drenaje pluvial no les afecte en tiempos de lluvia. Aclaró que no se dio continuidad al modelo de isleta central desde la avenida Charles de Gaulle hasta la parte oeste porque los cinco kilómetros intervenidos tendrán ocho carriles y será de mayor circulación.

“El ministro Deligne Ascención dispuso que una comisión del Ministerio esté dispuesta a ir al lugar para escuchar las inquietudes de los moradores”, dijo Andrés Matos.

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