Únicas armas del ASDE: La Verdad y la Ley

SUPERATE

… y atender llamadas… como antes… claro

Durante la historia de la humanidad mandaron reyes, absolutos, no tenian que dar cuenta de sus actos pero… cabildeaban, hacian política pues siempre tenian algún principe tratando de ocupar su lugar.

Luego, con las dinastías en declive, llega al democracia, claro, pasando por alto intentos republicanos de civilizaciones de antaño, para, en teoría, colocar balance en los poderes y que las oportunidades sean para todos… mas, siempre queda la competencia humana por el poder, que trae riquezas y siempre necesita del control de las masas a las que posteriormente se incorporó el clero, se inventó el poder judicial y claro, participaron siempre los poderes religiosos, sea de la sociedad que sea.

En la República Dominicana, los gobiernos locales y los nacionales han necesitado la política y sus males, la «componenda», el «enllave» para «amarrar» a todos y poder gobernar… a su antojo… enriquecimientos ilísitos incluidos

La llamada gobernabilidad ha estado sustentada en la impunidad y la corrupción que, expandida de adentro hacia afuera y de afuera hacia adentro, mantienen un status cuo y hace que las cosas funcionen… en teoría… en la práctica, mal funcionen.

Termina, a Alcaldes dejando que regidores se inmuscuyan y estos a su vez gobernando al lado del alcalde… en un entramado complejo, pero cómplice.

En la Alcaldía de Santo Domingo Este, en teoría, se ha querido romper el círculo de «compadreo» imperante desde que esa institución existe y que atrasó el desarrollo de la ciudad, ploriferando lo mal hecho.

En teoria, la clave ha sido el Cumplimiento de la Ley por sobre todas las cosas y la Verdad como estandarte, toda vez que desde antes de «subirse» segmentos de poder del partido hoy gobernante, del sacado del poder, unido a entes mediáticos, comenzaron campañas, algunas de ellas basadas en estrategias a largo plazo, de socavar el mandato hasta desprestigiarlo y por qué no, sacarlo del poder antes de tiempo y en todo caso garantizar que no repita para poder reinstaurar el viejo orden.

Si basado en verdades, la Alcaldía se equivoca y viola la Ley, simplemente está colocando la soga que apretará su cuello, no está resolviendo otra cosa que no sea su caída y ndie es lo suficientemente duro como para no caer. Rectificar siempre es de sabios, toda vez que la comunicación para dar explicaciones no existe y está a merced de sus adversarios y algún que otro enemigo.

Lo que está bien, está bien, y lo que está mal, está mal. Nadie está por encima de la Ley. La Ley y no el capricho, el deseo, la obstinación, es la única defensa cuando se quieren hacer las cosas bien e incluso. La Ley puede destruirte si en el ejercicio del poder crees, por momentos, que estás por encima de ella como de un faraon se tratare.

Nunca fue tan necesario para hombres y mujeres conocer y cumplir la Ley. El buen asesor no es el que encuetra un «bajadero» sino el que pone un muro, y si tu deseo no puede ser cumplido porque la Ley lo prohibe pues… asi es ella, dura, pero debes someterte.

El tema de la sustitución del Jefe de Bomberos debe ser aclarado, con la Ley en la mano, y si estuvo bien, está bien, si se cometio error en la aplicación de la ley ya sea por mala lectura, mala asesoría o solapamiento de leyes que deban ser resueltas en otras instancias entonces, proceder, pero nunca, absolutamente nunca, creer, en el tiempo, que necesariamente tenemos la razón. Este caso, el primero que podría tener un desenlace contrario a lo planificado, constituye, y debe usarse, para entender que no necesariamente lo que creemos está bien, debe de estar bien ni nuestros procederes son siempre los correctos. La Ley, es la Ley.

Aun cuando se ha pospuesto la sana e inmensa buena costumbre de tener tiempo para comunicarse intercambiando palabras a los «tuyos» en medio de quienes aplauden todo y justifican todo, es válido recordar, como si fuera el café que tomamos todos los días, que la única arma que tiene el ser humano honesto es la Verdad y la Ley que, aplicadas sanamente, conforman la honestidad y la pulcritud en el ejercicio de la vida… así mismo, la única verdad y arma que posee la Institución que administra Santo Domingo Este es basado en la Ley, gobernar justamente.

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