Imagínese, lector(a), que tiene un primo en la casa, que le ensucia, que le deja todo regado, un vago, pero que no puede sacarlo de la casa por una razón específica. Buscar solución a eso, es muy difícil.
Este es el caso de la basura en Santo Domingo Este.
La alcaldía pasada firmó contratos, bien hechos, con dos empresas para recolectar la basura en el municipio. Estos contratos fueron revisados no solo por la Dirección Jurídica de la institución sino minuciosamente por los regidores pues, al ellas violar lo contratado debió haber un bajadero jurídico para enfrentarlo y por que no, rescindir el contrato… pero hasta hoy, no se ha podido.
En el camino se han alcanzado acuerdos, se tuvo acceso a las rutas, que eran casi un misterio, se obligó a las empresas a tener mejor parque de camiones, se ha avanzado.
Sin embargo, amen de la costumbre de la ciudadanía de crear sus vertederos improvisados producto de la ausencia de coordinación y programación durante años, el tema de la basura sigue siendo uno de los más candentes, por las cuales la Alcaldía de Santo Domingo Este recibe más críticas y que sin embargo, no es fácil resolver, pues someterse a un conflicto jurídico es largo y tedioso, para sacar a las actuales incumplidoras empresas.
La corrupción generalizada también afecta la recogida de basur;, desde camiones que se usan para llenarlos de escombros de construcción con tal de que pesen mucho y cobrar mejor, en detrimento del parque vehicular y de la ciudad, hasta denuncias constantes de que se obligan a los ciudadanos a pagar hasta quinientos pesos so pena de no recogerle la basura.
La alcaldía ha decidido convocar a licitación y en este tenor, es imprescindible que la ciudad se proteja con verificaciones y/o penalizaciones en futuros contratos.
