¿Qué realmente tumbó, por hoy, la aprobación del Presupuesto 2023?

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Si regidores no aprueban el presupuesto, se trabaja con el del año anterior

Los presupuestos son importantes porque es el plan que se debe ejecutar, en detalle, anualmente.

¿Qué pasa si no se aprueba a tiempo?. Absolutamente, nada, un cierto desbalance en el monto, porque el presupuesto ahora es mayor que el del año pasado, pero las partidas presupuestarias pueden usarse según las del año anterior.

¿Qué piden o exigen los regidores?
A los regidores les toca revisar el presupuesto que envía la Administración, tópico a tópico y hacer que cumpla con la Ley.
Este es el momento propicio para que los ediles «cabildeen» obras que les beneficien, o bien a su comunidad, o bien políticamente a ellos, o ambas, como parte de las negociaciones que históricamente se hacen, que involucra a ambas partes.

Como parte de las «leyendas urbanas», sin que por ello, ni se condene ni se afirme, los regidores piden, exigen, beneficios, sea para ellos o para los munícipes que ellos representan, de diferente índole, no descartando, claro, ni que algunos lo hagan para su beneficio personal ni para tampoco, su propia gente, sino que cada poder busca las mayores condiciones.

Es normal que con el fracaso de la aprobación de hoy, 14 de enero, algunos regidores le «carguen las culpas» a la Alcaldía que efectivamente, según se pudo constatar, el presupuesto no estaba «impecable», sin embargo, es curioso como por momentos parecía que todo «marchaba», que las negociaciones habían sido un éxito, y al final, algo implosionó desde dentro y se decidió tumbar la sesión.

Chantaje es una palabra demasiado dura, usada por algunos comunicadores y periodistas, pues habría que ir directamente al significado de esa palabra en el diccionario, pero, cambiándola, es claro que las partes en conflicto tienen cartas y las juegan, cada una de ellas, buscando ventajas sobre la otra, pero, como negociación al fin, termina siempre en un «ganar-ganar» y hasta que no se llegue a ese punto, no pasa.

Al final, no se trata de chismes, ni de luchas regidores contra Alcaldía o viceversa, eso es cosa de la prensa chatarra que vive de fomentar la división y sacar, también, ventaja de los bretes, se trata de política, de ventajas, de negociación, de cabildeo, de que así se resuelve todo cuando poderes inciden sobre los mismos recursos, cada quien, buscando salir lo más ganancioso posible.

Mientras, la Alcaldía continuará ejecutando el presupuesto del 2022, la ciudad, no se para.

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