Parte de la dirigencia PRM en SDE no es confiable para Presidencia. Funcionarios en plena campaña personal.

SUPERATE

El PRM en Santo Domingo Este siempre se ha caracterizado por ser una diáspora incapaz de crear liderazgos convincentes a nivel municipal como un ente cohesionado.

Siempre fué asi, por lo que durante muchos años el combate electoral contra Juancito fracasó pues este «los conocía» y lograba mantenerlos en su propio status cuo.

La tosudez hizo que en el 2016 no entendieran que podrian llegar a la Alcaldía de la mano de un renunciante del PLD que habia creado su propio liderazgo municipal incluso, con una parte considerable del mismo partido, suficientes para llegar.

Los sucesos del 2016 son muy conocidos… no se llegó a acuerdos, la parte «oficial» del PRM se mostró incomprensible ante los «números» y Manuel Jiménez procedió a la pelea, con un partido chiquito, dejando en un vergonzoso tercer lugar a uno que debió comportarse como mayoritario en números.

Es sabido que grupos del PRM, incluso, algunos dirigentes que compitieron, pactaron con «la otra parte» para producir los bochornosos eventos de ese año electoral, que todavía la ciudad sufre.

Para el 2020 la discusión estaba en si Manuel ingresaba en el PRM o no, porque los números, otra vez, le daban ganador en la ciudad, por encima de todos, mientras el cantaautor esperaba justo en su momento para tomar decisiones que fue la de ingresar en ese complejo partido en el que sabía de antemano que varios equipos históricos no solo no le aceptarían, sino que nunca lo harán.

Manuel logra, con el poderío del cuido electoral como partido mayoritario, la alcaldía e inmediatamente aparece, como de costumbre, aspirantes para la próxima cita electoral creyendo, otra vez, que pueden tener opción.

Han sido años de lucha, Manuel Jiménez, perremeista, ha tenido una feroz oposición dentro de su partido, hasta el punto de que algunos grupos han creado compañas denotativas contra él, la administración PRM de la ciudad, socavando al partido, produciendo un clima de ataques, dimes y diretes, desunión.

Lo más que necesita un gobierno es la únión y desde diferentes lares del PRM es lo único que no ha habido.

La guerra contra Manuel por tal o de acceder a los «recursos» del Ayuntamiento o por querer adueñarse del podium en el 4to piso para las próxima elecciones han parido casi 10 aspirantes a alcalde.

Toda esta diasporización vergonzosa del liderazgo municipal se anticipaba en la lucha fratricida por los cargos en la dirección del partido, donde se crearon alianzas y costosas decepciones, separaciones, audios que pasaron a la historia, codazos inesperados y aspiraciones que hicieron, otra vez en su momento, hacer que la plancha final se decidiera por los altos mandos del partido y fuera de la ciudad.

El descrédito del partido por culpa de algunos dirigentes incluyen eventos desastrosos en oficinas del estado, quejas de funcionarios de alto nivel por la actitud de algunos dirigentes que les hacen lobby constante, hasta inconductas como grabar conversaciones «secretas» (partidarias) y entregarlas a la prensa… como éxito… que los hundiría para siempre a vistas del presidente.

Fotos bochornosas de excesos de figureos, demostrando que algunos están a la caza de los eventos para salir en la foto y aparentar liderazgos que no poseen.
El PRM en Santo Domingo Este no pose ni un dirigente en cargo electivo interno que pueda «bajar una línea» y sea obedecido por las estructuras.

El PRM en Santo Domingo Este no pose ni un dirigente en cargo electivo inteno que pueda «bajar una línea» y sea obedecido por las estructuras.

El presidente Luis Abinader, como mago, va de un lado a otro, nombrando y quitando funcionarios, canalizando las ayudas él mismo, confiando nulamente en la dirigencia municipal, la ignora y claro, con los números electorales en la mano que sacan de juego al tsunami de apresurados aspirantes.

Presidencia asignó «enlaces» especiales que poseen el poder del teléfono «rojo» en temas de Santo Domingo Este, donde existen regidores aspirantes a la alcaldía, diputados, funcionarios del gobierno que usan su tiempo para campaña y hasta el propio presidente del partido, en una dicotomía absurda, también aspira, dejando a merced del caos la estructura partidaria porque, como es evidente, cada equipo político anda en «lo suyo» y no en lo que el presidente necesita, su gobierno.

GalaOriental.com advirtió temprano que la fatídica y hasta irrespetuosa campaña interna traería, junto a otros eventos igualmente lamentables, frutos malos y el momento ha llegado.

Aspirar a alcalde se ha vuelto un deporte, mientras el presidente les permite, incluso a sus funcionarios, hundirse más y más en el descrédito, pues, devenido buen político, espera justo el momento para cobrar las indelicadezas y necedades, mientras sus enlaces demostrarán la desconfianza ganada por dirigentes del PRM.

El presidente tiene su plan para la reelección y la impondrá pues la historia habla, los errores del 2016 donde él fue uno de los actores y las dificultades que como primer mandatario ha tenido precisamente por las difíciles condiciones, falta de acuerdo a lo interno y lógico, ausencia de liderazgo real partidario con conciencia que le ayude a gobernar, no le permiten confiar.

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