Pandemia sonora… adios a las zonas tranquilas

No importa la hora que sea, si tienes niños chiquitos, ancianos, estás estudiando o viendo un filme, escuchando tu música preferida o pasándola bien… llegó el sonido de una guagua «platanera» que invade todo, tu barrio, tu tranquilidad, tu paz.

Antes eran pocas… pero ahora compiten en quien «grita» más… y no puedes ni un domingo dormir un «chin» porque llegaron ellas, bocina alta, a irrumpir dentro de tu hogar… sin piedad, seguida por otra, y otra y otra…

Sin embargo, los carritos de helados van con su música suave y todos los niños salen despavoridos a encontrarle.

Es preciso buscar soluciones viables que permitan a los «padres de familia» alimentar sus hijos siempre y cuando respeten las zonas tranquilas, la paz de los residenciales, la vida del ser humano tal y como la hemos planificado sin que un virus sonoro atente contra nosotros.

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