Ex-ministra viceconsul y el entender los costos políticos de los aliados

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Exministra de la Juventud, Luz del Alba Jiménez, es designada vicecónsul en el consulado de Barcelona… explota la noticia en los medios, comentaristas hablando y hablando, casi todos con nulo conocimiento de por qué ha ocurrido ello, por qué la designación.

¿Quién es Luz del Alba Jiménez, conocida en el PRM de Santo Domingo Este como «Irina»?

Irina fue una de las principales movilizadoras del proyecto de Luis Abinader conocido como LAB, en la importante plaza electoral como lo es Santo Domingo Este.

Luz del Alba Jiménez logró combinar el impulso para que el apoyo a Luis creciera junto al de su padre, el actual regidor, presidente del Concejo de Regidores de la Alcaldía, José Ramón Jiménez.

Al ganar, los Jiménez se combinaron entre el poder alcanzado en el Instituto Comunitario de San Luis, ITSC, sobre todo en el período de administración del ex-regidor José Sánchez, y el del Ministerio de la Juventud, en el cual fue investida al caer temprano en desgracia Kimberly, su amiga y aliada política, al menos hasta ciertos días.

El entorno de Irina es claro que ha sido sacudido, pues José Sánchez cae en desgracia, Kimberly también, y ella, además, los nuevos cambios en el ITCS podrían terminar de perjudicar el poder que se tenía en ese espacio político y de importancia electoral en la zona.

Luis Abinader ha tenido que conjugar los «explotes» con la gratitud y la deuda política de algunos de los que se la «jugaron» y por otra razón no han corrido «buena suerte» en el pasar por la «cosa pública».

La designación de Irina a Barcelona no solo es una salida con un costo político evidente para el presidente, sino que, de cara a la campaña 2024, garantiza que la figura de ella misma no accione y termine siendo noticia local, pues ella estaría en el «extranjero».

Gobernar es difícil.

Comentar, opinar, solo debe ser precedido por el conocimiento a profundidad de los temas, aunque siempre quede algo que se esconda, que no se sepa y menos, correr la mala suerte de creer que se conocen las justificaciones de un presidente en la toma de decisiones que sabe, de anterioridad, que le sería difícil, casi imposible, explicar a la siempre inquisidora opinión pública.

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