Es lamentable observar cómo se ha desperdiciado tiempo valioso en discusiones internas y en la creación de un organigrama excesivamente complicado y poco práctico. En lugar de enfocarse en estrategias efectivas para conectar con el electorado y ganar votos, se ha priorizado el figureo y la apariencia.
Es necesario que el equipo de campaña del Presidente Luis se centre en acciones concretas y en el contacto directo con los votantes. La verdadera política no se hace desde un escritorio, sino en las calles, donde se escucha y se convence a los ciudadanos.
Es alarmante que, a estas alturas del proceso electoral, el partido aún esté organizando su comando de campaña. La campaña oficialmente ha comenzado hace tiempo y es esencial que se ponga fin al ridículo y se empiece a trabajar de manera efectiva.
En lugar de buscar cámaras y protagonismo, es hora de trabajar en los problemas reales que afectan a la población y en la promoción de las propuestas del Presidente. Solo así se podrá ganar la confianza y el apoyo de los votantes.
Es hora de dejar de lado el bulto y el discurso vacío, y empezar a trabajar en serio por la reelección del Presidente Luis. Los votos se conquistan con acción y compromiso, no con promesas vacías y figuraciones innecesarias.
