Con bombos y plantillos las diferentes autoridades proclamaban acciones contra el ruido que van, desde los moflers de las motos de los colmadones en toda la ciudad, las guaguas planeras que no escogen zonas donde escandalizar, los carros impunes con «musicones» destrozando barrios y residenciales y claro, los más fijos, los vecinos irrespetuosos que no miden el propio concepto del sentido común.
Han pasado varios meses y se publican todos los días noticias sobre el territorio mientras los ciudadanos se siguen quejando del ruido.
Se conoce que el plan diseñado desde las altas instancias del país para esta pandemia del ruido y los musicones no ha comenzado, dizque por falta de recursos y la pregunta es… ¿hasta cuándo hay que esperar?
¿Por qué vender una campaña si al final no tienes los recursos para hacerla y menos, tiempo para los sometimientos?
