
Santo Domingo Este, RD – Un nuevo escándalo sacude a la Alcaldía de Santo Domingo Este, donde el reciente aumento desmedido de las tarifas de los servicios funerarios municipales ha desatado indignación y sospechas sobre las relaciones entre el alcalde Dioris Anselmo Astacio y ciertos empresarios del sector funerario privado.

Este “tarifazo”, aprobado con el vergonzoso silencio o la complicidad de los regidores, quienes no han emitido protesta alguna, ha transformado un servicio históricamente solidario en una carga económica que aleja a los ciudadanos de escasos recursos de la Alcaldía, empujándolos hacia las funerarias privadas.
En la gestión anterior, bajo Manuel Jiménez, la Alcaldía se esforzó por fabricar ataúdes y adquirió dos carros fúnebres para ofrecer servicios accesibles a los más necesitados. Sin embargo, el actual alcalde Astacio ha elevado las tarifas a niveles que compiten con los de las funerarias privadas, en un movimiento que muchos califican de inhumano y calculado. Este cambio, respaldado por el mutismo bochornoso de los regidores, quienes han optado por no alzar la voz ante esta medida, genera sospechas de que el objetivo no es fortalecer los servicios municipales, sino desviar a los munícipes hacia negocios privados que, en comparación, resultan más económicos.
Lo que añade intriga a este escenario es la notoria cercanía entre el alcalde y algunos dueños de funerarias privadas de Santo Domingo Este.
Testigos han señalado la presencia recurrente de estos empresarios en eventos y actividades junto al alcalde, proyectando una relación que trasciende lo profesional. En el ámbito municipal, las conexiones entre empresarios y alcaldías suelen seguir tres patrones: aquellos que financian campañas a cambio de beneficios como exoneraciones fiscales o ganancias directas; los que apoyan un proyecto municipal por considerar que beneficia a la ciudad; y los que optan por mantenerse al margen.
La visible proximidad de ciertos dueños de funerarias con Astacio sugiere que podrían encajar en las primeras dos categorías, aunque la falta de claridad y el silencio cómplice de los regidores alimentan especulaciones.
La pregunta que surge es si este aumento exorbitante de tarifas municipales es, en realidad, una estrategia para beneficiar a las funerarias privadas. Al hacer los servicios municipales prácticamente inaccesibles, la Alcaldía podría estar canalizando clientela hacia estos negocios, que se convierten en la opción más viable para los ciudadanos.
Este escenario, descrito por muchos como maquiavélico, plantea dudas sobre los verdaderos motivos detrás de las decisiones de Astacio, especialmente cuando los regidores, en un acto de negligencia bochornosa, se mantienen en un mutismo que solo profundiza la percepción de complicidad. La aparente amistad entre el alcalde y estos empresarios, evidenciada por su constante cercanía, exige una explicación.
Dada la opacidad de esta situación, los dueños de las funerarias privadas de Santo Domingo Este deben emitir un pronunciamiento público que desmarque su posición de las acciones de la Alcaldía. Su silencio, frente a un aumento de tarifas que parece favorecer sus negocios, solo intensifica las sospechas de arreglos poco transparentes. La ciudadanía merece claridad sobre estas relaciones y las intenciones detrás de una medida que, lejos de servir al pueblo, parece beneficiar a unos pocos, mientras los regidores, con su inacción, traicionan su deber de fiscalizar y proteger los intereses de los munícipes.
¿Qué ocultan estas amistades y este silencio? Solo una exposición pública y honesta podrá disipar las sombras que rodean este caso.
creado por Mutimedios LZO a partir de texto de Fernando Buitrago
13/06/2025

