El PLD pierde a uno de sus grandes entusiastas, un gradiador, un defensor del partido no importa las circunstancias, un convencido de su rol, incansable trabajador de la política.
Robert Rosado, natural de Neiba, «emigró del distrito para Santo Domingo Este donde fue uno de los constructores de lo que más tarde fueran las grandes estructuras del PLD en el municipio, donde militó disciplinadamente.
Nuestra redacción lamenta la partida de un hombre bueno, que seguro hará mucha falta.