…periodismo SDE decepcionado…

De la publicidad que la anterior administración asigno a este medio, me deben una factura… suerte que contrato tenia todos los cuños… sin embargo… me la deben… y no hay esperanzas de que me la paguen…

Muchos contratos fueron cerrados y no pagados pues no se habían completado los cuños y se prometió, en esta, «comenzar de nuevo»…

El alcalde se apresuró a reunir a los periodistas no agresivos para prometer nuevos tiempos y excelentes relaciones. Firmó con ellos contratos pero ohhhhhh… no han pagado ni un mes, en muchos casos.

Es ya un hábito de esta administración deber… el cúmulo de cuentas por cobrar es abismal, es curioso como a los comunicadores se les ha tratado tan mal, siendo el hacedor de la nueva imagen del cañero el amigo Carlos Rodriguez, que tenia delazonaoriental.net (hoy cerrado) y que seguro era de los «nuestros».

Casi toda la prensa ha sido en extremo complaciente con la actual administración, quien sabe si so pena de ser penalizada.

Hoy se despiertan con la pasadilla de la confianza destruida sin entender que el escorpión siempre será escorpión… no puede cambiar su esencia.

La publicidad debe ser asignada por la profesionalidad y el impacto del periódico en los lectores, a sabiendas que cuando se deba criticar se debe hacer, que no es personal, la alcaldía que quiera no ser criticada debe hacer las cosas bien… y tomar las criticas como constructiva, y no a costa del silencio y la permisividad…

Se condiciona entonces la libertad de la pluma con el pago de una factura y con ello quien sufre es el periodismo, la objetividad, la valentía.

Como antaño, la publicidad de SDE se va para el distrito e incluso vemos a comunicadores y funcionarios del ramo deambulando por la alcaldía buscando lo suyo … a ellos si les sale… si les sale, la borona de los locales… puede esperar.

Quien pierde la libertad de la palabra lo pierde todo… la dignidad no tiene precio.

Arrivederchi comunicadores y periodistas locales…. ya despertaron del letargo… ahora, al menos por enojo, que venga la crítica….

periodismo secuestrado

 

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